Cómo superar la infinite-ideas-paralysis

Todos tenemos grandes ideas.

En muchas ocasiones, pareciera que acabamos de inventar la gran solución para problemas de la humanidad.

El problema es, cuando muchas de estas ideas llegan justo cuando no deberían.

Cuando estamos intentando concentrarnos en nuestro trabajo.

Cuando se trata de enfocarse.

Te lo voy a demostrar enseguida, que una idea sea genial no significa que sea lo que toque hacer ahora.

El punto es ¿cómo identificamos la diferencia?

La clave en muchos casos, aunque no es el camino fácil, es hacer lo que hay que hacer.

El famoso escritor de temas de productividad Scott H. Young habla de esto en un artículo de su blog titulado Do the Real Thing.

Hacer lo correcto no es lo más fácil. Tampoco es lo más divertido. Muchas veces no nos trae placer en el corto plazo.

Pero es extremadamente necesario. Sobre todo en cuanto tiene que ver con desarrollar negocios (y vidas) con sentido.

Estamos permanentemente en contacto con estímulos que nos llevan a pasar el tiempo en actividades superficiales.

Nos gusta sentirnos ocupados, pero si somos sinceros en muchas ocasiones en cosas que no hacen la diferencia.

¿Qué tal si lo que al fin y al cabo nos lleva más directamente al objetivo es el camino difícil?

O si lo planteamos al revés, si el camino duro es el más directo.

En momentos en los que nos debemos concentrar en una actividad que es realmente aburrida pero necesaria, surgen millones de ideas de cosas que podríamos estar haciendo en su lugar.

Pareciera que nuestra mente está esperando a que nos dispongamos a avanzar con algo para ponerse más creativa que Tolkien escribiendo El Hobbit.

Nos convertimos en verdaderos "artistas" y los posibles nuevos Steve Jobs justo cuando queremos hacer el trabajo duro.

Sabes que tienes que escribir ese email a un cliente insatisfecho que vienes evitando. Te sientas frente al ordenador, y... magia, tu mente te bombardea con decenas de ideas de cómo promocionar el nuevo producto en las redes sociales.

O tienes que agendar una reunión con tu equipo de ventas, pero... ¿por qué no considerar la idea de ampliar un poco tu oficina?

Son solo ejemplos, pero nos pueden servir para reconocer una dura verdad:

Nuestra mente no es nuestro mejor aliado la mayor parte del tiempo.

Es difícil, pero es necesario desarrollar la disciplina necesaria para reconocer y enfocarse en lo que, en realidad, toca hacer ahora.

Al menos por un tiempo.

Luego tendremos la oportunidad de atender mejor a esas grandes ideas.

Deep Reel. La nueva app para automatizar videos de ventas.

Tienes que conseguir clientes.

Comienzas escribiendo un "cold email" para un primer contacto.

Pasan los días. Las semanas. No hay respuesta de la mayor parte de tus prospectos.

¿Qué ocurre?

Tal vez sea tiempo de probar una alternativa:

Los "cold videos". O envío de videos personalizados en frío.

Si tienes que vender tu producto a la mayor cantidad de gente posible, ¿por qué no grabar un video para cada uno explicándoles las ventajas de lo que estás ofreciendo?

La respuesta es sencilla.

Simplemente, es imposible disponer del tiempo necesario para los cientos o miles de videos que tendrías que grabar y enviar para alcanzar un mínimo porcentaje de respuestas y conversión.

Bien, quizás quieras ver que existe una alternativa.

Así es, también con inteligencia artificial.

Esta plataforma se desarrolló para realizar videos personalizados con rostros de personas realistas... o con tu propio rostro.

La magia de esto, es que no tienes que grabar un video para cada prospecto.

Simplemente subes tu base de datos con sus nombres y otros datos importantes.

Grabas un video de muestra con tu imagen y tu voz.

Le das a procesar…

Y... voilà! Se genera un video personalizado para cada persona…

Utilizando tu voz y tu rostro.

Puedes ver aquí un ejemplo, en el que su fundador y CEO hace una demostración.

¿Qué opinas? ¿Notarías que es un video generado por IA?

¡Eso es todo! ¡Espero que hayas encontrado algo de utilidad aquí!

Nos vemos en el siguiente 😀.